El Club

En este suelo, todos quieren ser de un club,

mientras más privado mejor,

con esa enseñanza de “candadito cerradito, nadie más juega”,

lo quiere el profesional en su trabajo,

lo quiere el gran empresario en sus terruños,

lo quiere el dealer en su esquina,

nadie quiere a nadie, a ese nadie diferente,

en los Partidos te tratan de traidor,

reaccionario si preguntas,

si cuestionas aquellas figuras

rancias, oxidadas  y empolvadas,

en estas soledades la gente que pregunta como estas,

es para saber si ya te rendiste,

si ya caíste -porque era obvio-

y si ahora cantas un blues nocturno

en algún barucho de mala muerte.

Es por eso que todos quieren la protección del club,

la muralla contra el otro,

en la familia contra el novio nuevo,

en la galería del estadio,

en la puta micro.

Que el guardia se vista de guardia,

que la nana no circule por donde camina su “señora”,

que los colegios privados no sean igual que los públicos,

en los conciertos la polera de la banda que sigues,

Mmmm, todos queremos ser de el club,

para reafirmarnos en el otro en la condescendencia,

en la marca del jeans,

en el tono de voz.

para que no nos pateen en una mala jugada,

para que nos abucheen el chiste fome.

Para no toparnos con ese ser que no pertenece,

Que no paga, lo que pago yo,

Por estar aquí,

por existir,

Como si el polvo y las cenizas 

tuvieran un real precio.