Utopía...el lugar soñado, el lugar que nunca se llega

A pesar de estar vivo, parte de mi existencia radica en el mundo de los muertos, diariamente paseo por los lugares que me gustaría estar a través de las ideas, muchos de esos lugares ya no existen, o nunca existieron, fueron las canciones de Aznavour que recrearon esas noches bohemias europeas en mi mente, esa niebla que te deja y no deja ver de Cortázar, el olor a selva mojada y el zumbido del pecho del Che, asma, mi asma, todas las noches me circula esa idea que no me deja respirar; también es parte la poesía en que mi madre, en vez de contarme un cuento para dormir, sacaba ese libro roñoso que estaba en la repisa superior izquierda de la biblioteca y me leía “Residencia en la tierra”. Lucho contra esto, pero no puedo, no concibo mi existencia sin un poco de ese y de este mundo, y en realidad ese es mi mundo, en donde los paseos son recorrer la ciudad contando las historias de los edificios, en donde las vacaciones pasan por Macondo y todo el surrealismo latinoamericano se vuelve vivencial, aquí Cousteau dirige la pesca, y los fondos de cultura los entregan los poetas malditos en la rivera del Mapocho, de tarde, paseo en los bares y de Rokha conversa con Prodán. En mi mundo en las plazas no se miente y los perros no tienen correas. 

No es un lugar frágil, así lo creí en un primer momento, ha sobrevivido a la cuota del banco,  al arriendo diario y supongo que sobrevivirá a mi propia muerte, será un país en la idea de otro, una región que limita al sur con los amoríos perdidos, en donde Pinochet y Videla mueran como Mussolini, y el eterno éxodo judío encontró la paz con Palestina, aquí la CÏA y La KGB son dos compañias circenses dirigidas por la FIFA.

Aquí Maradona le hace el gol a los ingleses y ellos les devuelven las Malvinas, y sé que puede ser evasivo pero yo a nadie le critico sus vicios; Aqui Hitler sigue pintando cuadros, en este espacio cuento buenos chistes y juego bien a la pelota. Siempre es verano y amanece en el mar...