Espejo

Le Debo una disculpa a mi interior,
Las luces de la ciudad me encandilaron, y hasta me gustó el olor a cemento mojado,
Lo extrañaba en aquella selva de borrachos solitarios, silenciosos y desconfiados,
me perdí en los laberintos de esta mole, me divertí con los payasos en las plazas,
caminé al lado de la miseria humana y me escondí en pasajes intrincados,
mal iluminados, en la penumbra de besos apasionados, salivados,
pasados a alcohol y a humo, con la serenidad de esconder a todo el mundo tras los ojos cerrados,
Te recuerdo en aquella calle, dichosa y sonriente, anhelándome con ganas, con sonrisas,
Tomándome de la mano para llevarme a tu casa y envolverme en tu cama,
Para sentir esa tibieza del otro cuerpo, de la existencia, del respirar del otro, del latido ajeno,
Del paso lento entre las sábanas, mientras miro detalladamente tus ojos,
Y lentamente te toco, te beso y me entrecruzo con tus piernas, para volver a vestirme, y abrir la puerta que me devuelve a este suelo sin playa,
Ahora deambulo, de prisión en prisión,
Traicionado por mis propios sentimientos, le he vendado los ojos a mi alma,
Es por eso que camino hacia la azotea, abro mis alas, siento el viento pasar, es hora que me enfrente a mí mismo, exhalo con una mueca de adrenalina…y salto.
La ciudad se ve pequeña desde aquí, el mar me espera…