Hijo del error

Nací gracias al "amor libre",a dejarse llevar por el momento,a la buena onda,
al recitado de que "lo escencial es invisible a los ojos",
sonaba "Samba pa'ti" en el longplay rayado de la vida,
y el trago de momento era bastante acido, gracias a Lucy.

Dada la noticia sonaban pensamientos de aborto,
de tratamientos, de fajas,
de retos y expulsiones,
que el bálsamo católico abolió en santa union.

Se me dió un nombre, un apellido,
un espacio me hicieron entre tantos problemas,
asi que cuando empezaron los recuerdos,
se prendió la televisión de la no conciencia.

Me ilusioné con un mundo animado de amor,
del buen vivir y las costumbres manipuladas por los comerciales,
por la figurita de plástico, por el superhombre,
el extraordinario final feliz de los cines.

Luego conocí la música y su letal capacidad
de exfoliarme la personalidad a través del baile,
tuve idolos y el infaltable afiche en la pared de una pieza,
cuatro paredes que me protegían de un mundo "lleno de oportunidades".

Empezé a manipular mi pelo con la coraza de la moda,
a crearme en las borracheras juveniles de gritos contra el viento,
izé la bandera de la postura en pos del otro ser batallante,
y la mala educación empezó a mermarme el supuesto futuro.

En ese ahora los neones me conducían a las botillerías clandestinas,
a los amigos de plaza y de caducidad inmediata,
a la defensa propia de puños y puntapiés,
allí perdí mi mente y me gané la locura.

Me zafé de otros cuerpos, me desdoble de culpas,
y taché las malas conductas,
corriendo una noche de lluvia,
el agua me deshizo el corazón.

Desde entonces navego con el norte perdido que nunca ha sido mío,
rearmo mi vientre, cosiéndolo puntada a puntada,
ya no busco personas busco amigos, y no escucho temas, sino himnos,
no tengo banderas ni puertos.

De esta manera, salgo a buscar la vida en otras vidas,
y a captar almas en cada abrazo,
la noche comienza al cerrar este escrito
espero encontrarte como cada noche.

Mientras afuera alguien se esconde tras una faja,
las portadas venden ídolos,
alguien pierde el vientre
y la figurita de plástico está tras la vitrina.